Noviembre
de 2004
http://www.herencialatina.com/Resenas
de CD/Lazaro.htm
Paoli
Mejías “Mi Tambor” (Paoli Mejías)
Eric
Gonzalez
Es posiblemente inexplicable, pero, por algún motivo, los
percusionistas de la música afrocubana trabajan muy duro
para darse a conocer. Ellos son sus mejores
relacionistas públicos. Son ellos los que han estado, en
los últimos años, produciendo álbum tras álbum como líderes
de sus propias grabaciones u orquestas. En la década
anterior, vimos esta tendencia con Giovanni Hidalgo, Anthony
Carillo, y otros. Recientemente, nuevos trabajos han surgido
en manos de Tito De Gracia, “Chembo” Corniel, Endel Dueño,
Jimmy Delgado, por mencionar algunos. A este nuevo grupo
podemos adicionar al talentoso Paoli Mejías y su producción
“Mi Tambor”, la cual realizó bajo su propio sello y esfuerzo
propio..
Veterano de grupos como los de Eddie Palmeri, Rubén Blades,
y muchísimos otros, Paoli Mejías nos presenta un trabajo
mayormente de Latin jazz, tendencia establecida por otros
percusionistas en sus grabaciones. El jazz afrocubano de
Mejías es energético y sirve, de cierta manera, para
mostrarnos todas las habilidades que tiene con los cueros.
El álbum contiene 9 temas, presentando el último como un
bono o extra. Mis favoritas, sin embargo, son “Cuidado con
la percusión”, la cual energéticamente abre la producción
con una poderosa rumba, donde Mejías nos presenta el primero
de varios solos de conga; y “Lo que dice el tambor”, otra
explosiva pieza, con Paoli descargando acompañado de los
fieles batas. Muy emotivos son los temas “Hello Nany”, una
tierna conversación entre el piano y bongó, y “What did you
say?”, un interesante intercambio de tabla (Naren Budhakar)
y percusión afrocubana de Mejías.
“Mi Tambor” establece a Paoli Mejías como un músico que
entiende jazz y sus queridos tambores afrocubanos. Este es
Latin Jazz con energía y creatividad que surge de la manos
de este joven boricua. Su talento, más el de artistas
invitados, como Jerry Medina, David Sánchez, Conrad Herwig,
Tito De Gracia, y muchos otros, hace de este trabajo una
grata adición al difícil terreno del jazz afrocubano de
nuestros días.
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